El inicio de nuestro

Giro D’amore

Nos conocimos a través de Tinder, donde una conversación espontánea y muy interesante nos conectó de inmediato. En medio de esa charla, Mari mencionó que estaba preparando unos minestrones, y Alejandro, aprovechando la oportunidad para verla en persona, aceptó encantado la invitación. Sin embargo, Mari no estaba del todo convencida, así que decidió dejar el encuentro en manos del destino.

Mari llamó a Alejandro por videollamada y le propuso un pequeño juego: “Tengo tres papelitos con los números del 1 al 3. Voy a revolverlos y sacar uno. Si adivinas cuál es, nos vemos hoy.” Alejandro pensó un momento y dijo el número 2. Al abrir el papelito, Mari quedó sorprendida: ¡era el número 2! Como si el universo hubiera dado su aprobación, coordinamos nuestra primera cita.

Entre varias opciones, decidimos encontrarnos en la parte trasera de la pickup de Alejandro. Él llevó una botella de vino y dos vasos, y cuando Mari abrió la puerta, lo recibió con una sonrisa que la cautivó por completo. Se subió al vehículo, y así comenzó nuestra historia de amor.

Después de una conversación maravillosa, fuimos al bar El Apartamento, que quedaba muy cerca de donde vivía Mari. Compartimos unas cervezas, muchas risas y desde ese momento… nunca más nos separamos.